En un mundo globalizado, donde las fronteras se desdibujan y la movilidad es esencial, la importancia de un pasaporte fuerte en la experiencia de viajar es innegable. Y es por ello, que deseo compartir estas líneas sobre mis experiencias personales como viajero argentino, porque he llegado a la conclusión que el Pasaporte Argentino es el N° 1 como símbolo de la empatía y generador de sonrisas en el mundo.
Messi y la magia del Pasaporte Argentino: generador de sonrisas globales
Uno de los aspectos más destacados de este fenómeno es la extraordinaria hospitalidad y apertura de los locales hacia los argentinos, y la respuesta la encontré en la figura emblemática de Lionel Messi. La admiración por Messi ha actuado como un puente cultural, abriendo puertas y creando beneficios para todos. Fue increíble e impensado que en oficinas de migraciones, puestos de aerolíneas en los aeropuertos, restaurantes, hoteles y lugares turísticos, los viajeros argentinos somos recibidos con sonrisas y gestos amigables, y todo ellos gracias al impacto positivo que Messi ha tenido en la percepción global de Argentina. Esto se traduce en un trato especial o preferencial hacia los viajeros argentinos, quienes somos vistos como portadores de los valores, competencia y generosidad personificada en Messi.
Durante un recorrido por 7 países del sudeste asiático (antes del mundial) no hubo recepcionista de hoteles indiferente a nuestra llegada, al ver el pasaporte argentino siempre escuchábamos la palabra mágica “Messi” “Argentinos” y luego una cálida sonrisa y felicidad. A mí siempre me despertaba una sensación de emoción y orgullo al mismo tiempo, muchas veces respondía: “Bueno, lástima que justo en este viaje Messi no vino con nosotros” “Si viene Messi más tarde serás el primero en saber” Lo más curioso que en algunos hoteles por esta alegría que se despertaba, nos subían el nivel a mejores habitaciones. (Yo me decía en silencio: Gracias ídolo) Y ni les cuento de los taxistas, algunos hasta tenían una estampita de Messi. Y así se repetía en Tailandia, Malasia, Singapur, Indonesia, Filipinas, Vietnam y Camboya. Messi era un denominador común y a esta altura del viaje sentía que Messi era mi primo!
Luego del mundial, durante los meses de noviembre y diciembre 2023, todo esto se potenció porque hicimos un recorrido cultural por el mundo árabe comenzando por Turquía, Baréin, Emiratos Árabes, Omán y Arabia Saudita. En cada uno de los países nos recibieron en migraciones con chistes, sonrisas y la mejor de las ondas. Creo que los agentes de migraciones en su creación imaginativa nos veían con la cara de Messi, recuerdo especialmente en Abu Dabi que el agente de migraciones estaba fascinado y me hablaba de Messi, de jugadores y sus mejores deseos para mi estadía, faltaba poco para que me invite un café o adquiera la residencia permanente. Tengo tantas historias y me acuerdo de las caras de alegría de la gente cuanto se enteraban que éramos de Argentina.
Claro que esto hace que los argentinos debamos observar y apegarnos a las cualidades de nuestro amado Messi, su solidaridad, humildad, amabilidad, competencia y compromiso social. Como argentinos viajeros tenemos una gran responsabilidad de seguir estos pasos y en especial el legado único e invalorable que nos deja Messi. No solamente nos dejó alegría en la cancha sino el valor inmaterial de enaltecer a nuestro país en cada rincón del mundo y disfrutar por extensión de beneficios que nunca imaginé. Pero debo decir que con todos los argentinos que me encontré en el viaje fueron simpáticos, honestos, abiertos, respetuosos y con gran compromiso medioambiental.
El Pasaporte Argentino: más que un documento, un símbolo de empatía en el mundo
En conclusión: el fenómeno del recibimiento extraordinario de los viajeros argentinos en el mundo gracias a Messi no solo destaca la importancia del deporte como catalizador cultural, sino también la capacidad de una figura pública para influir positivamente en la percepción internacional de Argentina, a través de la representación ejemplar de Messi, ha logrado no solo ganar admiradores, sino también abrir puertas para sus ciudadanos, creando experiencias de viaje inolvidables y fortaleciendo los lazos de amistad entre los ciudadanos globales.
Como curiosidad me gustaría preguntar al lector: ¿Has vivido alguna vez como viajero argentino algo similar?
Carlos Giavay Waiss
Coordinador Intercambio Cultural